Hace unos meses, compré una encimera de granito blanco para mi cocina. El granito blanco es elegante y atractivo, pero rápidamente me di cuenta de que necesita más cuidado del que inicialmente esperaba. Vivimos en una ciudad bastante polvorienta, y el polvo se acumula en todas las superficies, incluyendo mi preciada encimera.
Al investigar más sobre el tema, leí un artículo que mencionaba que el granito blanco, al ser una roca ígnea, es un material poroso. La porosidad del granito puede variar, pero generalmente puede tener un porcentaje de absorción del 0.2% al 0.5%. Aunque eso puede parecer insignificante, permite que el polvo y otras partículas se depositen en los pequeños poros, causando manchas que pueden ser difíciles de eliminar.
Mi vecino, que también tiene una encimera de granito blanco, me contó que realiza una limpieza profunda al menos una vez al mes. Me sorprendió cuando dijo que cada sesión de limpieza le lleva alrededor de dos horas debido a lo meticuloso que debe ser para mantener la superficie impecable. En su experiencia, si no se limpia regularmente, el polvo puede adherirse y mezclarse con otros residuos de la cocina, como grasas o aceites, volviéndose más difícil de limpiar.
Un artículo que leí en un blog de diseño de interiores sugería el uso de selladores específicos para el granito. Estos selladores llenan los poros del material, haciendo más difícil que el polvo y otras partículas se adhieran. La mayoría de estos selladores tienen una efectividad promedio de 6 a 12 meses, lo que significa que, aunque son útiles, no son una solución permanente. Algunas marcas recomiendan aplicar el sellador cada 6 meses, especialmente en áreas de alto tráfico o muy expuestas, como una cocina.
Consulté con un especialista en piedras naturales sobre este tema, y me explicó que el polvo, aunque parece inofensivo, puede actuar como un abrasivo. Cuando se frota contra la superficie del granito durante la limpieza rutinaria, puede causar pequeñas rayaduras. Estas rayaduras no solo afectan la apariencia del granito blanco, sino que también aumentan su susceptibilidad a acumular polvo y otras partículas. El especialista mencionó que ha tenido clientes que han tenido que pulir profesionalmente sus encimeras después de algunos años debido a este desgaste. El costo de tal pulido puede variar, pero generalmente ronda entre 300 y 500 euros dependiendo del tamaño de la superficie.
En un foro de propietarios de viviendas, una mujer compartió que había comprado un robot aspirador que pasa varias veces al día por su cocina. Según ella, la efectividad del robot para mantener el polvo bajo control es impresionante; sin embargo, también mencionó que tuvo que invertir unos 200 euros en un modelo que incluía funciones específicas para superficies duras como el granito.
Los fabricantes de granito blanco recomiendan evitar productos de limpieza ácidos o abrasivos, ya que pueden dañar la superficie. ¿Qué productos son entonces seguros? Opté por soluciones más naturales, como agua con unas gotas de jabón neutro, y uso un paño de microfibra que, según un estudio que leí, es 98% más efectivo en atrapar el polvo que los paños de algodón tradicionales.
Una amiga arquitecta me habló de cómo diferentes tipos de granito tienen diferentes grados de dureza, medidos en la escala de Mohs. El granito generalmente tiene una dureza de entre 6 y 7, lo cual es bastante duro, pero el polvo compuesto de minerales más duros podría todavía causar daño. Esto me hizo darme cuenta de que, además de la limpieza regular, debo considerar el tipo de partículas que se encuentran en mi entorno.
Un conocido mío que trabaja en el sector de la restauración mencionó que sus clientes a menudo subestiman cuánto afecta el entorno a las superficies de granito. En restaurantes, donde el tráfico constante y la actividad diaria son inevitables, el polvo y otras partículas son una preocupación importante. De hecho, algunos restaurantes en los que ha trabajado reemplazan o pulen sus encimeras cada 3 a 4 años debido al desgaste excesivo. Esto no solo tiene un costo financiero significativo, sino también un impacto en las operaciones diarias del negocio.
Con toda esta información en mente, decidí abordar el problema de manera más proactiva. Empecé a limpiar mi encimera de granito blanco todos los días y aplico un sellador cada seis meses. Hasta ahora, esto ha ayudado a mantener la superficie en buen estado y a evitar que el polvo se convierta en un problema mayor. Además, estoy considerando invertir en un purificador de aire para reducir la cantidad de partículas en el ambiente de mi cocina. Aunque el dispositivo tiene un costo inicial de alrededor de 150 euros, creo que será una buena inversión a largo plazo.